ÁREA: CIENCIAS
NATURALES
GRADO: 4
docente en formacion : kereen florez
docente en formacion : kereen florez
Estándar: Me identifico
como un ser vivo que comparte algunas características con otros seres vivos y
que se relaciona con ellos en un entorno en el que todos nos desarrollamos.
LOGRO:
Reconoce el proceso por el que pasan los alimentos
cuando los consumimos
INDICADORES DE LOGRO:
· Contribuyo al buen funcionamiento de
mi sistema digestivo teniendo una dieta saludable.
· Identifica los órganos del sistema
digestivo
MOMENTOS DE LA CLASE
1. SITUACIÓN:
El profesor Celulón es
un científico un tanto peculiar.
Tiene un microsubmarino
con el que está viajando por el interior de nuestro cuerpo.
Pero, como es tan
despistado, se ha olvidado de los mapas y de la información necesaria para
recorrerlo y evitar sus peligros. Por eso necesita nuestra ayuda.
¿Te animas a echarle
una mano para que pueda completar su viaje?
Lo que tienes que hacer
para ayudar al profesor Celulón es lo siguiente:
Dibujar el interior
"navegable" de nuestro cuerpo:
Hacer fichas de las
zonas del aparato digestivo y preparar imágenes sobre ellas.
2. CONCEPTO:
Estás sentado a la hora
de comer, disfrutando de tu pizza, tu pollo a la brasa y tu naranja. Después de
devorar todos estos manjares, rematas la faena con un vaso de leche, te limpias
la boca y te diriges hacia la siguiente clase. Dentro de unos minutos estarás
pensado en tu juguete preferido. Te habrás olvidado completamente de lo que
acabas de comer. Pero todavía lo tendrás en el estómago -¡una especie de
experimento científico que ocurre constantemente!
Tu aparato digestivo
empezó a trabajar incluso antes de que hincaras el diente a la pizza. Y seguirá
ocupado digiriendo tu comida recién masticada durante las próximas horas - o a
veces días, en función de lo que hayas comido. Este proceso, denominado
digestión, permite que tu cuerpo obtenga los nutrientes y la energía que
necesita a partir de lo que comes. Ahora vamos a averiguar qué está ocurriendo
con tu pizza, tu pollo, tu naranja y tu leche.
La movida empieza en la
boca
Antes de que des el
primer bocado a un alimento sabroso, cuando lo hueles, lo ves o piensas en él,
empieza la digestión. Se te empieza a formar saliva en la boca. Cuando comes,
la saliva inicia el proceso de descomposición de las sustancias químicas que
contienen los alimentos y ayuda a ablandarlos para que resulte más fácil
tragarlos. La lengua te ayuda empujando los alimentos por la boca mientras tú
masticas con los dientes. Cuando estás preparado para tragar, la lengua empuja
un trocito de comida triturada y ablandada, llamada bolo alimenticio, hacia la
parte posterior de la garganta, para que entre por la abertura del esófago, la
segunda parte del tubo digestivo.
El esófago es un tubo
elástico que mide unos 25 centímetros de largo. Conduce la comida desde la
parte posterior de la garganta hasta el estómago. Pero en la parte posterior de
la garganta también se encuentra la tráquea, que permite que el aire entre y
salga de tu cuerpo. Cuando tragas una bolita de comida triturada y ablandada o
a algún líquido, una lengüeta de un tejido especial llamada epiglotis cierra la
abertura de la tráquea para garantizar que la comida entre en el esófago, en
vez de en la tráquea.
Si alguna vez has
bebido algo demasiado deprisa, has empezado a toser y alguien te ha dicho que
la bebida "se te ha ido por el otro lado", lo que quería decir esa
persona es que el líquido te había entrado en la tráquea por error. Esto sucede
cuando a la epiglotis no le da tiempo a cerrarse, y te pones a toser
involuntariamente (sin pensar en ello) para despejar la tráquea.
Una vez la comida entra
en el esófago, no va directamente al estómago. En lugar de ello, los músculos
de las paredes del esófago se mueven describiendo un movimiento ondulatorio
para ir aplastando el alimento al tiempo que lo hacen descender esófago abajo.
Esto dura aproximadamente 2 ó 3 segundos.
Nos vemos en el
estómago
El estómago está unido
al extremo inferior del esófago. Se trata de un "saco" elástico que
tiene la forma de la letra "j". Desempeña tres funciones importantes:
· Almacenar la comida que ingieres
· Descomponer los alimentos en una
mezcla líquida
· Vaciar lentamente ese líquido al
intestino delgado
El estómago actúa como
una batidora, mezclando y triturando todas las bolitas de alimento procedentes
del esófago en fragmentos cada vez más pequeños. Esto lo hace con la ayuda de
los fuertes músculos que tiene en sus paredes y los jugos gástricos que éstas
segregan. Aparte de fragmentar y descomponer la comida, los jugos gástricos
también ayudan a destruir los gérmenes y bacterias que pueden contener los
alimentos que ingieres.
¡Adelante! ¡Hacia el
intestino delgado!
Más de 6 metros de
intestino
El intestino delgado es
un tubo largo, con un diámetro o contorno entre 3,5 y 5 centímetros, que está
replegado sobre sí mismo en tu interior, debajo del estómago. Si extendieras
completamente tu intestino delgado, mediría aproximadamente 6,7 metros de largo
- ¡como 22 cuadernos alineados uno detrás de otro!
El intestino delgado
desempeña la importante función de descomponer la mezcla de alimentos
procedente del estómago todavía más, para que tu cuerpo pueda absorber todos
los nutrientes que contiene: vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de
carbono, y grasas. El pollo asado contiene muchas proteínas - y un poco de
grasa - y el intestino delgado te ayudará a absorberlas, siempre y cuando sus
amigos - el páncreas, el hígado y la vesícula biliar - le echen una mano.
Los órganos que
acabamos de mencionar envían distintos jugos a la primera porción del intestino
delgado. Estos jugos ayudan a digerir los alimentos y permiten que el cuerpo
absorba los nutrientes que contienen. El páncreas fabrica unos jugos que ayudan
al organismo a digerir las grasas y las proteínas. Un jugo que segrega el
hígado llamado bilis ayuda a que se absorban las grasas en el torrente
sanguíneo. Y la vesícula biliar es como un almacén de bilis, donde se almacena
este jugo para cuando el cuerpo lo necesite.
Los alimentos que
ingieres pueden permanecer hasta 4 horas en tu intestino delgado, hasta que se
convierten en una mezcla líquida y acuosa. Es un tiempo bien empleado, porque,
al final del viaje, los nutrientes procedentes de la pizza, el pollo, la
naranja y la leche podrán pasar del intestino a la sangre. Una vez en la
sangre, tu cuerpo estará mucho más cerca de aprovechar los hidratos de carbono
complejos contenidos en la masa de la pizza, la vitamina C de la naranja, las
proteínas del pollo y el calcio de la leche.
La próxima parada para
los nutrientes es ¡el hígado! Y los productos de desecho - las sobras de los
alimentos que tu cuerpo no puede utilizar - seguirán avanzando hacia el
intestino grueso.
Ama tu hígado
La sangre rica en nutrientes
va directamente al hígado, donde es procesada. El hígado se encarga de filtrar
las sustancias nocivas o productos de desecho, transformando algunos de estos
desechos en más bilis. El hígado hasta ayuda a determinar qué cantidad de
nutrientes se distribuirá al resto del cuerpo, y qué cantidad se quedará
almacenada a modo de reserva. Por ejemplo, el hígado almacena ciertas vitaminas
y un tipo de azúcar que el cuerpo utiliza para obtener energía.
Esto sí que es un
intestino grueso
Con un diámetro o contorno
de entre 7 y 10 centímetros, el intestino grueso es, efectivamente, más grueso
que el delgado, y es casi la última parada que hacen los alimentos en el tubo
digestivo. Al igual que el intestino delgado, está replegado sobre sí mismo en
el interior de tu cuerpo, y, si lo extendiéramos completamente, mediría
aproximadamente 1,5 metros de largo. El intestino grueso tiene un tubito con un
extremo cerrado que sobresale y que recibe el nombre de apéndice. Aunque el
apéndice forma parte del tubo digestivo, no parece desempeñar ninguna función,
pero puede dar problemas porque a veces se infecta y se tiene que extirpar (es
decir, extraer mediante una operación).
Como ya hemos
comentado, una vez se ha extraído la mayor parte de los nutrientes de la mezcla
líquida de alimentos, queda lo que se conoce como productos de desecho -el
material que tu cuerpo no pudo utilizar y que tiene que ser expulsado al
exterior. ¿Adivinas donde acaba? Bueno, aquí tienes una pista: para perderlo de
vista, tienes que tirar de la cadena.
Antes de ser
expulsados, los productos de desecho pasan por la porción del intestino grueso
llamada colon, que es donde el cuerpo tiene la última oportunidad de absorber
el agua y algunos minerales, vertiéndolos al torrente sanguíneo. A medida que
los productos de desecho van perdiendo agua, se van endureciendo mientras
avanzan por el intestino grueso hasta convertirse en un sólido. Sí, son las
cacas (más finamente denominadas heces, deposiciones o movimientos
intestinales).
El intestino grueso va
empujando las heces hasta que llegan al recto, la última porción del tubo
digestivo. Los productos de deshecho en estado sólido permanecen aquí hasta que
tú tienes ganas de ir al baño. Cuando vas al baño, te desprendes de esos
productos de desecho expulsándolos a través del ano. ¡Y es ahora cuando la
cadena entra en acción!
Échale una mano a tu sistema
digestivo
Puedes ayudar a tu
sistema digestivo bebiendo agua y llevando una dieta saludable que contenga
alimentos ricos en fibra. Los alimentos ricos en fibra, como la fruta, la
verdura y los cereales integrales, ayudan a las heces a avanzar a lo largo del
tubo digestivo. El sistema digestivo es una parte muy importante de tu cuerpo.
Sin él, no podrías obtener los nutrientes que necesitas para crecer y
mantenerte sano. La próxima vez que te sientes a comer, sabrás adónde va todo
lo que comes - ¡de principio a fin!
http://www.materialdeaprendizaje.com/aparato-digestivo-2do-grado-2/
1. APLICABILIDAD:
En las simulaciones
phet aplicaremos lo aprendido
https://phet.colorado.edu/es/simulation/legacy/eating-and-exercise
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